Buscando mejores soluciones

Cuando veo la lista de artículos de este mes, recuerdo que la Verdad es compleja. Las mejores soluciones a los problemas difíciles requieren una gran inversión de tiempo, fondos e ingenio —por no hablar de buena voluntad— para marcar una diferencia real. Hace meses, cuando estábamos preparando un artículo sobre la inminente guerra con Irak, ya había empezado a cartearme con Paul Barker. Sabía que era cuáquero y también el director de país en Afganistán de CARE International. Me preguntaba cómo sería para un cuáquero comprometido trabajar sobre el terreno en un país que había pasado por las convulsiones de los talibanes, el refugio de Osama bin Laden y Al-Qaeda, y luego el bombardeo estadounidense y el posterior cambio de gobierno tras el 11-S. Si alguna vez nuestra Declaración de Paz iba a ser puesta a prueba en circunstancias difíciles, me parecía que esta sería la ocasión. Así que invité a Paul a escribir para nosotros sobre cómo sus valores cuáqueros influyen en el trabajo que realiza y en la vida que lleva, y a comentar cómo cree que la comunidad mundial podría ayudar a lograr un mejor resultado en una sociedad como la de Afganistán. Él respondió, al buen estilo cuáquero, con “Preguntas desde Afganistán» (pág. 6).

Conocí a Stanley Zarowin durante mis años de trabajo en el New York Yearly Meeting, sin sospechar nunca la complejidad de sus orígenes. Judío nacido en Palestina una década antes de la formación de Israel, Stanley emigró durante su juventud a Estados Unidos y, finalmente, se convirtió en cuáquero y líder en el New York Yearly Meeting. El pasado mes de febrero regresó a la tierra que lo vio nacer como parte de una visita pastoral de 26 líderes cuáqueros organizada por Friends United Meeting. En el pasado, Friends Journal ha recibido críticas por su cobertura de los asuntos de Oriente Medio. Se han planteado preocupaciones válidas de que nuestra cobertura se ha centrado más en el sufrimiento de los palestinos y en los esfuerzos de pacificación en Cisjordania y Gaza. Nuestro enfoque es siempre “Pensamiento y vida cuáqueros hoy», y ha sido difícil sacar a la luz una perspectiva cuáquera sobre el miedo y el dolor del pueblo israelí. Creemos que el artículo de Stanley Zarowin, “Una visita a Israel de un judío cuáquero nacido en Palestina» (pág. 16), plantea buenas preguntas y aporta una perspectiva más equilibrada a la hora de considerar los problemas de esta tierra conflictiva. Está dispuesto a explorar las ambigüedades y contradicciones que encuentra, y a ofrecer tanto críticas como compasión en respuesta a las personas que conoció y a las circunstancias en las que se encontró, incluyendo algunas reflexiones sobre cómo los Amigos se comportan en esa región.

Este mes se cumplen dos años de los trágicos acontecimientos del 11-S. Nuestra nación ha gastado y seguirá gastando miles de millones en la intervención armada en Afganistán e Irak, además de enormes sumas en seguridad nacional y vigilancia de los musulmanes en Estados Unidos. ¿Cuánto más cerca estamos hoy de un mundo seguro y pacífico, no solo para Estados Unidos, sino para todo el mundo? Los dos artículos mencionados anteriormente y otros con un enfoque internacional en este número subrayan la importancia de mantener nuestras mentes y canales de comunicación abiertos. Empezamos a progresar cuando dejamos de demonizar a otros grupos de personas y encontramos formas de apelar a nuestra humanidad común, por difícil que sea. Este trabajo debe ser reflexivo, estratégico, innovador y planificado y ejecutado a largo plazo. Como señala Paul Barker, si tan solo una pequeña fracción de los recursos que invertimos en operaciones militares y en la reconstrucción que estas necesitan se gastara en el tipo de trabajo realizado por las agencias de ayuda, diplomáticas, de pacificación y humanitarias, ¿qué milagros podríamos lograr? ¿No es hora de probar un enfoque diferente?