Viajando por Turquía

I. Campo turco, diciembre de 2000

Los minaretes apuntan más allá de
ruinas griegas, romanas y cristianas,
a través de paisajes secos.

Agricultores curtidos por el sol
labran pequeños campos, cuidan ovejas:
la agricultura antigua perdura.

Cosecha de aceitunas:
sobre sábanas de lona extendidas,
las mujeres sacuden ramas grises y retorcidas.

Huertos brillantes y ordenados:
albaricoqueros desnudos de ramas rojas,
filas de cítricos verdes.

Encrucijadas polvorientas,
hombres con bigote señalan el dolmus
a otros pueblos.

Diferentes vistas, palabras, comida,
costumbres; sin embargo, niños curiosos
todavía miran, sonríen, charlan.

II. Ramadán/Ramazán:

Turquía: Ramadán.
Grandes golpes de tambor reverberan
a través de casas durmientes.

Tamborileros de Ramazán
cantan por las calles nocturnas por monedas,
círculos iluminados con lámparas palpitan.

¡BOOM! Tambores antes del amanecerrompen el sueño sagrado. Oraciones
pronunciadas, hora del desayuno oscuro.

Puestos de comida vacíos del día,
mercados tranquilos; colas esperan
los panes recién horneados de la noche.

Turquía: Ramadán.
La luna creciente brillante brilla sobre
fuegos de cocina urgentes.

III. Excursión de un día a Priene:

Pinos en la ladera de la alta montaña,
grandes pilares caídos:
ruinas del templo de Atenea.

Altos fustes de piedra acanalados,
losas de mármol antiguo bañadas por el sol:
artista sentado dibujando.

Helechos, paredes cubiertas de musgo
brillan verdes, el agua rezuma:
sonidos de goteo ocultos.

Atardecer, esperando
minibús dolmus local:
asiento frío sobre piedras secas.

IV. Tarde en Dídima:

Templo inacabado,
enormes pilares para Apolo,
pozo antiguo, oráculo.

Piezas gigantescas,
trozos de granito labrado, adornos tallados:
escalones monumentales.

Piedras sin ensamblar,
bloques de mármol caídos masivos:
extendidos, extendidos, por los campos.

Enormes secciones transversales circulares
caídas como fichas de dominó en
¡alguna inmensa partida!

Terraza antigua plana, lisa
superficie rayada, marcada por líneas de
un juego de mesa desconocido.

Dos columnas gigantes se alzan:
mirlos giran, se posan, duermen
como Apolo silencioso.

V. Caminando penosamente por Troya:

Sitio cubierto de hierba marrón,
turistas ocasionales pasean
sobre excavaciones silenciosas de tierra.

Capas sobre niveles,
fragmentos olvidados, piedras rotas,
una vez ciudades: Troya.

Anillos de tierra, caminos, rampas,
cada guijarro historia:
arqueología tranquila.

Muros de guerra erosionados, insinuando
enormes epopeyas . . . ¿cuántos
miles de años expuestos?

El tiempo de los barcos de Homero:
llanuras costeras ahora llenas
con suelos aluviales.

El anfiteatro habla:
asientos rotos, dramas
olvidados, espacio vacío.

Caroline Balderston Parry

Caroline Balderston Parry es miembro del Meeting de Ottawa (Ontario), pero pasa la mayoría de sus domingos en la primera congregación unitaria, donde actualmente es su directora de educación religiosa.