“Yo no me meto en eso”. ¿Quién de nosotros ha visto un conflicto difícil y no ha pensado o dicho eso mismo?
Todas las personas son fundamentalmente iguales, habiendo sido cada una agraciada y bendecida con una medida de Luz y la capacidad de conectar con la de Dios dentro de nosotros y la de Dios dentro de cada uno. Y, sin embargo, en nuestro mundo, el poder y el privilegio están distribuidos de la manera más desigual.
Es imposible hablar productivamente sobre el conflicto sin abordar las dinámicas de poder que subyacen a cada conflicto. Para alguien con todos los privilegios del statu quo, como yo, ese examen puede ser incómodo. Un hombre de piel blanca, con estudios universitarios, profesional y de clase media como yo, tiene con bastante regularidad el privilegio de “no meterse en eso”. Pero la mayoría de la gente en el mundo no lo tiene, especialmente las mujeres, las personas que viven con menos riqueza material y las personas de color. Examinar las dinámicas de poder en la mayoría de los conflictos revelará que cuando aquellos con poder y privilegio permanecen al margen, perpetuamos el statu quo. Podemos encontrar el Espíritu en la adoración silenciosa, pero los Quakers pueden blandir el silencio y la quietud con la misma habilidad que un soldado podría blandir su arma. Eso no significa que debamos hacerlo.
Mientras damos los últimos retoques a este número sobre el tema del “Conflicto y la Controversia”, mis colegas de Friends Journal y yo encontramos difícil ignorar el coro de voces en nuestra cultura que ahora se alzan contra el acoso de hombres en posiciones de poder. Si bien las historias que presentamos pueden no tocar este fenómeno directamente, esperamos que leerlas sea un útil trasfondo mientras todos navegamos por este mundo donde, afortunadamente, muchas voces están hablando con audacia y valentía, voces que han sido silenciadas o ignoradas durante mucho tiempo. Un ajuste de cuentas está en marcha, y con él llega la oportunidad de mantener conversaciones difíciles y crear una cultura que sea más justa. ¿Qué acción se despertará en nosotros?
No debemos imaginar y participar en una especie de “excepcionalismo Quaker”. El simple hecho de que seamos Friends no nos hace inmunes a convertirnos, albergar, permitir, incitar o hacer la vista gorda ante abusadores y acosadores. Tenemos toda la responsabilidad de ser vigilantes y valientes al nombrar y sacar a la Luz, y a la discusión, los conflictos que sabemos que están ahí. Es solo en la Luz y en la apertura del diálogo y el trabajo emocional compartido que podemos esperar progresar hacia ser los buscadores y “publicadores” de la verdad que los Friends hemos considerado durante mucho tiempo que somos. Como descubrieron los Friends que escribieron “Conflictos desafiantes en nuestro Meeting”, existen herramientas y recursos dentro de nuestra comunidad para ayudarnos a avanzar, a procesar y resolver dilemas difíciles. No tenemos que ser perfectos, y demostrablemente no seremos perfectos mientras nosotros, como seres humanos imperfectos, trabajamos a través de intrincados conflictos humanos. Pero sí tenemos que estar dispuestos a cambiar y dispuestos a situar el amor por nuestros vecinos en el centro de todo lo que hacemos, para ser quienes deseamos ser como comunidad espiritual. No nos “quedemos al margen”.
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