Aprendiendo de los viejos maestros
Reseñado por Catherine Wald
noviembre 1, 2016
Por Jane Elkington Wohl. Fithian Press, 2016. 76 páginas. 14 $/tapa blanda.
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Este libro tiene un título muy apropiado. La autora, miembro del Philadelphia Yearly Meeting que vive en Wyoming, se sitúa firmemente dentro de una larga tradición poética y artística. Reconoce sus deudas con varios predecesores y celebra la continuación de la búsqueda poética en formas tradicionales, especialmente los sonetos, al tiempo que muestra un dominio del verso blanco. (Sus ghazales pueden llevar el sobre de esta forma tradicional persa un poco demasiado lejos, pero el resultado es inquietantemente hermoso, así que ¿por qué quejarse?)
La pieza del título es un guiño a un conocido grabado de Albrecht Dürer que retrata simultáneamente su propia experiencia práctica y actual y el laborioso proceso de grabado de Dürer. Al incorporar a su hija a la narración, Wohl muestra su intención de transmitir su amor por el arte a las generaciones futuras.
Otros artistas que Wohl invoca son los pintores de la cueva de Lascaux, Leonardo da Vinci, Andy Warhol, Bernini, Bach, Verdi y Mozart. Agradezco la amplitud de sus conocimientos culturales, junto con el hecho de que siguen siendo accesibles a los lectores que quizá no reconozcan todas las referencias.
Se trata de una colección sutil y bien elaborada que, al tiempo que celebra su linaje, también utiliza hábilmente el lenguaje contemporáneo para expresar la experiencia espiritual. Un ejemplo se encuentra en el poema “Cape Cod”:
No pretendías ser marinero, como yo no pretendía
ser poeta, pero la falta de rumbo nunca es tan poco dirigida
como parece y las palabras conectan como constelaciones
que los marineros leen por la noche, el cazo de la cruz del sur,
dependiendo del hemisferio.
Otro está en el poema “Easter Morning”:
Nos rodean, estas complejidades
y contradicciones. Una vida
necesita Una Muerte, y sin embargo,
incluso ahora, en el viento bordeado de hielo,
los tulipanes brotan entre las hojas muertas.
La búsqueda de lo sagrado a través del arte recorre este libro como un estribillo musical. Es una adición bienvenida a la literatura cuáquera, que necesita más ejemplos de cómo la adoración y el arte pueden encontrar la armonía y trabajar juntos hacia objetivos similares. Para Wohl, el toque de la mano de Dios puede estar justo fuera de su alcance, pero todavía hay un gran placer en perseguirlo. En “Four Sacred Songs” dice: “Es sólo en el aliento que la canción sobrevive / Nadie quería respirar demasiado pero sintió / que estaba justo al alcance de nuestros dedos”.
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