Dibujando a Dios

Por Karen Kiefer, ilustrado por Kathy De Wit. Paraclete Press, 2019. 32 páginas. 17,99 $/tapa dura; 12,99 $/eBook. Recomendado para niños a partir de 3 años.

Dibujando a Dios es una maravillosa invitación para que los niños (y los adultos) consideren metáforas que nos ayuden a comprender aspectos de lo Divino, y cómo la expresión artística puede ayudarnos a explorar y compartir estas comprensiones. Inspirada por las obras de arte que ve en un museo, una niña quiere dibujar algo “más que espectacular” y decide dibujar a Dios. Empieza coloreando un sol amarillo brillante porque Dios es luz, pero sus amigos no lo entienden. Lo intenta una y otra vez, pero los niños de su escuela siguen viendo sus dibujos de forma literal. Después de rezar pidiendo ayuda, llega a una paz interior basada en su confianza de que sus propios dibujos eran fieles a su visión, y eso es suficiente. Pero entonces ocurre algo “más que espectacular”: todos los niños empiezan a dibujar a Dios, y cada dibujo es diferente. Las ilustraciones del libro se centran en la intensidad de los dibujos de la niña, mientras que los fondos se desvanecen en meros contornos y siluetas. La ilustradora Kathy De Wit capta tanto la seriedad como la alegría con la que la niña de la historia trabaja en su proyecto.

Este libro habla muy explícitamente sobre Dios y la oración, y las notas del final utilizan el lenguaje del Nuevo y del Antiguo Testamento y de las denominaciones cristianas (aunque no se menciona a Cristo); al mismo tiempo, es muy abierto y compatible con diversas formas de experimentar el Espíritu. También encaja bien con algunas experiencias específicamente cuáqueras; por ejemplo, nuestra artista ve a Dios como luz y amor, y se sienta en silencio y escucha los susurros de su mente y su corazón mientras discierne qué dibujar. Además, a Dios no se le da un género.

Creo que sería un gran libro para compartir con los niños para suscitar un debate sobre dónde y cómo experimentamos lo Divino, y qué tipo de metáforas nos ayudan a imaginar cómo nos toca el Espíritu. Las notas al final del libro incluyen varias sugerencias para iniciar debates y proyectos artísticos. Esto podría ser maravilloso para usarlo tanto en la familia como en la escuela del Primer Día. También funcionaría bien con todas las edades o con la escuela multigeneracional del Primer Día, ya que la historia es accesible para los niños en edad preescolar, mientras que el concepto es importante (¡y encantador!) para todos nosotros. Es un buen recurso incluso para los grupos que no pueden reunirse en persona, ya que el libro y los proyectos artísticos resultantes podrían compartirse en línea.


Anne Nydam es miembro del Meeting de Wellesley en Massachusetts, donde enseña en la escuela del Primer Día (cuando está en sesión). Antigua profesora de arte de secundaria, ahora trabaja como autora y artista.

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