La caza del zorro: las memorias de un refugiado al llegar a Estados Unidos
Reseñado por Eileen Redden
noviembre 1, 2018
Por Mohammed Al Samawi. William Morrow, 2018. 336 páginas. 27,99 $/tapa dura; 14,99 $/libro electrónico.
Mohammed Al Samawi es hijo de dos médicos yemeníes que estudiaron en el extranjero. Sin embargo, tenía un conocimiento limitado del mundo y de otras religiones. Leyó una Biblia cristiana que le regalaron y le sorprendieron las similitudes entre el cristianismo y el islam. Consiguió asistir a varias conferencias interreligiosas, donde conoció a personas de otras religiones. Pero, como hijo soltero que aún vivía en casa, tuvo que engañar a sus padres para lograrlo. Les decía a sus padres que su objetivo era convertir a los asistentes a la única fe verdadera o que asistía para mejorar su carrera profesional. Es muy peligroso buscar el entendimiento interreligioso en Yemen. Al Samawi quería que los jóvenes de Yemen tuvieran la oportunidad de comunicarse con jóvenes de otros países y religiones. Ingenuamente, creó una oportunidad para este tipo de comunicación en las redes sociales sin ser sincero sobre dónde vivían estos otros jóvenes. Cuando se descubrió que eran israelíes, se sospechó que trabajaba para el Mossad. Tuvo suerte de sobrevivir a este error.
Esta información de contexto ayuda al lector a comprender las experiencias de Al Samawi durante la guerra actual en Yemen. Por ejemplo, para proteger a su familia, dejó su casa familiar, su ciudad y todo lo que le era familiar. Se adentró en un peligro increíble. Su único pariente en este nuevo lugar se negó a permitirle vivir en su casa. El resultado fue que estaba solo en una ciudad desconocida donde no conocía a nadie. Peor aún, podría ser fácilmente sospechoso de ser el enemigo debido a su origen étnico. Incluso si pudiera volver a casa, esa opción podría poner en peligro a su familia.
Desesperado, recurrió a sus amigos de Facebook de todo el mundo. Eran personas que había conocido en conferencias interreligiosas. Estos amigos eran judíos y cristianos, las mismas personas de las que le habían enseñado a desconfiar. Ninguno de ellos eran diplomáticos experimentados ni ocupaban puestos de poder. No tenían una riqueza enorme. Sin embargo, al ponerse en contacto con sus amigos y colegas, pudieron ayudar a Al Samawi. Su fuga real está llena de suspense y de los giros inesperados que esperamos en un thriller. Está bien escrito, con suficientes detalles para ayudar a los lectores con conocimientos limitados sobre Yemen a comprender mejor la situación allí. Recomiendo encarecidamente el libro a los Amigos que quieran aumentar sus conocimientos sobre la región.




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