
La Tierra para todos: una guía de supervivencia para la humanidad
Reviewed by Pamela Haines
abril 1, 2023
Por Sandrine Dixson-Declève, et al. New Society Publishers, 2022. 176 páginas. 19,99 $/libro de bolsillo o libro electrónico.
Cierra los ojos e imagina: es el año 2050; hemos experimentado grandes pérdidas y nuestro mundo todavía se encuentra en una situación muy frágil, pero ha habido un cambio profundo. Aunque abundan los desafíos, nuestras comunidades son más habitables y nuestro planeta ya no se encuentra en una crisis profunda e intratable. Las señales están por todas partes. La pobreza extrema se ha reducido. La energía verde y limpia es una base fundamental de las economías sólidas en todo el mundo. Las políticas para redistribuir la riqueza de manera justa ahora se adoptan en la mayoría de los países. La confianza en el gobierno se está reconstruyendo. La gente está comiendo una dieta más saludable, y los suelos y los bosques están regresando. Las emisiones de gases de efecto invernadero se han reducido significativamente y los países se están volviendo más resistentes para hacer frente a fenómenos meteorológicos extremos.
Este es el corazón de La Tierra para todos de Sandrine Dixson-Declève, Owen Gaffney, Jayati Ghosh, Jørgen Randers, Johan Rockström y Per Espen Stoknes. Como continuación de
Exponen los cambios que se requerirán a nivel internacional —en torno a la pobreza, la equidad de género, la alimentación, la energía y la economía— para llevarnos allí. La amplitud y profundidad de estos cambios son un poco desalentadoras, por decir lo menos, pero cualquier camino marcado hacia una meta ofrece un antídoto contra la desesperación.
El enfoque de este libro no está en ninguna vertiente de las crisis que enfrenta nuestro mundo. Más bien, se centra en cómo interactúan entre sí y dónde se pueden encontrar las palancas de cambio y los puntos de inflexión. En última instancia, todos los cambios que sugieren se conectan con la economía y la posibilidad de que podamos “cerrar el círculo de un sistema económico extractivo y hacer que no solo sea circulatorio sino también regenerativo”.
Los autores sugieren que los problemas relacionados con la pobreza y la desigualdad deben abordarse de inmediato para ayudar a crear confianza en los gobiernos para que actúen en nombre de toda su ciudadanía, ya que se requiere la intervención gubernamental activa para muchos de estos cambios. Cada vez que se mencionaban “gobiernos activos y de confianza”, notaba la profundidad del cinismo que evocaba en mí, y recordaba el poder crítico de la imaginación y la esperanza. Nuestra capacidad de imaginar algo nuevo puede no ser suficiente para hacerlo realidad, pero si ni siquiera podemos imaginarlo, un mundo nuevo no tiene ninguna posibilidad.
Un camino central a seguir involucra los bienes comunes. Los autores sugieren que todos los que comparten nuestros bienes comunes (tierra, agua, aire, conocimiento, cultura, ADN) tienen tres funciones: (1) participar en la economía y agregarle valor, no solo como empleados o consumidores; (2) compartir los beneficios del cercamiento de los bienes comunes; y (3) comprometerse con el mantenimiento y la mejora de nuestros recursos compartidos que brindan esos beneficios. Los autores siguen volviendo a un enfoque de tarifa y dividendo: se cobra una tarifa sobre las ganancias que se obtienen del uso de los bienes comunes, como la extracción de combustibles fósiles o la minería de datos. Estas tarifas se recaudarían en un Fondo Ciudadano y se redistribuirían en dividendos a todos.
Este no es el libro más fácil de leer: a menudo es denso y abstracto. Me alegré de tener experiencia en economía, ya que a veces me costaba seguirlo. Tampoco me parecieron fáciles de usar los gráficos. Los autores, sin embargo, se esfuerzan claramente por lograr la accesibilidad, y el libro —solo 166 páginas de texto— tiene la ventaja de la brevedad.
La Tierra para todos termina con un enérgico llamado a la acción, enmarcado tanto por una advertencia de la urgencia y el tamaño monumental de los desafíos que enfrentamos como por la importancia de reclamar lo posible. “Los cimientos de una economía vibrante no son el dinero, ni la energía, ni el comercio; son personas optimistas con la esperanza de un futuro mejor… y las herramientas para crear este futuro”. Al cerrar el libro, recordé una vez más el trabajo fundamental de resistir el atractivo de la desesperación y, en cambio, cultivar nuestra capacidad de imaginar y creer en lo que aún no podemos ver.
Pamela Haines es miembro del Meeting Central de Filadelfia (Pensilvania). Autora de Money and Soul , sus títulos más recientes son That Clear and Certain Sound ; Tending Sacred Ground: Respectful Parenting ; y un segundo volumen de poesía, Encounters with the Sacred and the Profane . Ella escribe en pamelahaines.substack.com .
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