Lejos, pero cerca en el corazón: ser una familia cuando un ser querido está encarcelado
Reseñado por Alison James
mayo 1, 2018
Por Becky Birtha, ilustrado por Maja Kastelic. Albert Whitman and Company, 2017. 32 páginas. 16,99 $/tapa dura. Recomendado para edades de 4 a 8 años.
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Con tiernas ilustraciones en acuarela, este libro hace un trabajo increíble al capturar las emociones tácitas de una variedad de niños que están lidiando con un padre en prisión. Lacey se siente sola y asustada por la noche. Rashid está enfadado con su madre. Yen se pregunta si es culpa suya que su madre esté en prisión, y Rafael está angustiado por las preguntas que le hacen otros niños. Emily pierde a una amiga porque la madre de la otra niña piensa que será una mala influencia. La escritura es implacable pero compasiva, amable pero precisa. La narración se cuenta en tercera persona (contando las historias de estos niños), pero también pasa a la segunda persona: “Escuchar esas palabras podría dejarte triste, conmocionado, herido o con otros sentimientos”.
Hay un cambio sutil en la segunda mitad del libro, donde algunos de los niños resuelven cómo comunicarse o encontrar alguna solución a su dificultad específica. “Incluso cuando crees que nada puede mejorar, las cosas pueden cambiar. Y a veces puedes ayudar a hacer cambios”. Un personaje, Joanna, dice que echa de menos a sus hermanos y se le permite llamarlos a todos en sus hogares de acogida separados. Y Jermaine puede hablar con su abuelo porque él escuchará al niño.
¿Es relevante este libro si tienes una reunión sin niños de padres encarcelados? Al principio, este parece ser un libro específicamente para esos niños. Sin embargo, reflexionando, sería un libro tremendo para cualquier escuela dominical. En este tiempo de gran división política y sociológica, es imprescindible que criemos a nuestros hijos con la mayor comprensión compasiva posible. ¿Quién sabe por qué alguien en el aula podría ser poco comunicativo o actuar mal? Si el niño puede imaginar que otro podría estar luchando para manejar las emociones provocadas por algo como el encarcelamiento (o el divorcio, la enfermedad o la adicción), él o ella puede ser quien ofrezca amabilidad y atención sin prejuicios. Las discusiones provocadas por este libro podrían transformar verdaderamente a nuestros hijos en las personas generosas que esperamos que todos lleguen a ser.
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