cómo estar en casa

sentada en un taburete de madera
desnuda como una huérfana
uso un grifo y un cubo
froto con una toallita entre cada dedo del pie
detrás de mis rodillas alrededor de cada borde y curva
tres mujeres mayores se sientan en taburetes a mi lado
charlando como si no recordaran un tiempo
en que no se conocían
riendo y bromeando pinchando y jugando a pelear
niños vestidos con piel arrugada

la conversación se dirige a mí
¿de qué color es el pelo de la gaijin?
pregunta una con voz ronca
del mismo color que el pelo de su cabeza dice una chillona
valorando la carne como pollo ensartado
Fingiendo que no entiendo
pelirrojas pecosas de nariz respingona
nunca se molestan en aprender el idioma
pero después de tres años
pienso y sueño y espero en él

otra con voz suave se inclina hacia mí
descontando su escrutinio verbal
de mis regiones menos conocidas hace apenas unos momentos
olvidando pensar que no entiendo
¿con quién vives?
Digo que vivo sola eh areeee cantan alarmadas
nadie vive solo aquí
¿por qué demonios yo sí?
entonces la chillona pregunta
¿quién te lava la espalda?

¿pueden ver la soledad que emana de mis poros?
¿por qué trabajar tan duro para construir una vida aquí?
solo para dejarla ahora por qué hola siempre es solo
un pequeño paso desde el adiós nada
nunca desaparece nada aquí pero yo sí
la de voz suave enjabona un paño
empieza a frotarme la espalda
sin pedir permiso
me echa agua por encima
hace sitio para las lágrimas frota un poco más

cuando termina, me da unas palmaditas suaves
frotando mis hombros que
se habían arrastrado hacia mis orejas
ahí tienes pequeña
limpia ahora las cuatro nos metemos en el agua
hablamos de todo y de nada
de palillos y té y sushi favorito
la velocidad de los aviones y por qué el apretón de manos
renovadas juntas en el calor del baño
No puedo dejar de hacer reverencias profundas

nunca será un lugar
es un sacramento
permiso para entrar en la adopción
en pliegues de tela desigual
la que lava
mi espalda cuando estoy desnuda y sola
las que me desearán
bien en el aeropuerto mañana
las que me recibirán
dondequiera que aterrice

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Maximum of 400 words or 2000 characters.

Los comentarios en Friendsjournal.org pueden utilizarse en el Foro de la revista impresa y pueden editarse por extensión y claridad.