Generación en llamas

Imagínate esto: te despiertas con un humo sofocante y los gritos desesperados de tus hijos atrapados en su habitación. Estás indefenso mientras ves el fuego quemar todo a tu alrededor. Intentas alcanzar el pomo de la puerta para rescatarlos, pero te abrasa la piel. . . . Es demasiado tarde.

Esto le está pasando a la Tierra; simplemente nos negamos a creerlo, y lo peor de todo es que los humanos somos los únicos culpables. Somos nosotros los que hemos provocado un aumento de la temperatura global de 1,07 grados Celsius. Somos nosotros los que vertemos un camión de plástico al océano cada minuto. Somos nosotros los que estamos calentando nuestros mares hasta el equivalente a una bomba atómica que explota cada segundo.

¿Por qué? Nos vemos a nosotros mismos como algo separado de la Tierra y dominante sobre ella. Esta es la trágica locura de la era del Antropoceno. Estamos desastrosamente desconectados de la Tierra y de su lugar en el cosmos. Nos acercamos a la Tierra pensando en cómo podemos conquistarla, controlarla y sacar provecho de ella: no en cómo respetarla y mantenerla durante mil años.

Dicen que «la ignorancia es felicidad», pero no veo la felicidad por ninguna parte. Mucha gente no entiende o no cree en la realidad del cambio climático. Debemos educar a la ciudadanía y responsabilizar a nuestros representantes electos para que actúen.

Recientemente he trabajado con líderes políticos para la defensa planetaria y la investigación climática, y he participado en el Día de Acción de la Sociedad Planetaria. La Sociedad Planetaria es una organización sin ánimo de lucro dedicada a los estudios planetarios, la educación espacial y los avances en la ciencia espacial. El Día de Acción es un día para que los miembros de la Sociedad Planetaria aboguen por aumentos en los presupuestos federales dedicados a la ciencia y la tecnología.

Como residente de Nueva Jersey en los Estados Unidos, me reuní con el personal del senador Cory Booker, el senador Robert Menendez y el congresista Donald Norcross. Pedí aumentos presupuestarios para la NASA para la investigación científica y para una educación STEM más amplia.

Si bien muchos piensan en la ciencia espacial como algo separado de las ciencias de la Tierra, debemos recordar que el estudio de la Tierra es una misión científica clave de la NASA. La NASA investiga los impactos del cambio climático, como el aumento del nivel del mar, la frecuencia y la gravedad de las tormentas y los aumentos atmosféricos de los gases de efecto invernadero.

La NASA entiende el cambio climático en el contexto de lo que ha sucedido en otros sistemas planetarios a lo largo de los miles de millones de años que ha existido nuestro universo. Por ejemplo, la NASA ha investigado Venus y su clima, el tiempo y las condiciones atmosféricas, así como el proceso que se produce allí. Este proceso, llamado efecto invernadero descontrolado, proporciona un claro ejemplo de lo que podría ocurrir aquí en la Tierra si seguimos contaminándola. El efecto invernadero descontrolado es un ciclo continuo de calentamiento que, una vez desencadenado, no se puede revertir.

En Venus, este efecto se desencadenó cuando los océanos se evaporaron debido a la proximidad del planeta al Sol. El dióxido de carbono almacenado en el agua se liberó al aire y se acumuló en la atmósfera. Esto provocó que la luz solar se absorbiera y se liberara dentro de Venus en lugar de reflejarse. Debido a la espesa atmósfera, una vez que esta luz solar que transportaba calor se absorbía, quedaba atrapada. A medida que se atrapaban más luz solar y calor, Venus se calentaba aún más. Este ciclo continúa calentando Venus hasta convertirlo en la bola de fuego que es hoy.

Si seguimos emitiendo dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero al ritmo actual, este evento, conocido como punto de inflexión, podría ocurrir en la Tierra ya en 2030. Yo tendré 21 años. A diferencia de Venus, ocurrirá en la Tierra no por nuestra ubicación cerca del Sol, sino únicamente por la codicia humana y el fracaso a la hora de abrazar la ciencia y actuar.

Como defensora de la Sociedad Planetaria, promuevo el desarrollo de tecnologías científicas para ayudar a la Tierra a evitar el mismo destino que Venus. Por ejemplo, MOXIE (Experimento de Utilización de Recursos In Situ de Oxígeno de Marte) es una tecnología desarrollada para la NASA. MOXIE convierte el dióxido de carbono en oxígeno y actualmente es uno de los muchos instrumentos científicos del rover Perseverance de Marte. MOXIE, aunque inicialmente se desarrolló para probar la producción de oxígeno en una atmósfera marciana delgada, si tiene éxito, podría rediseñarse e implementarse en la Tierra para contrarrestar el dióxido de carbono expulsado a nuestra atmósfera.

A los 12 años, me enfrento a los peligros del aumento de los incendios forestales, la subida del nivel del mar y el aire irrespirable. Tengo muchas razones para no confiar en mis semejantes, especialmente en aquellos responsables de ignorar la ciencia y llevarnos a este incendio, y sin embargo tengo la esperanza de que, persona a persona, hecho a hecho, el cambio llegará, pero solo si podemos aprender a valorar la vida por encima de las ganancias y seguir la ciencia. Por eso mi tradición de fe es la ciencia.

La ciencia es una búsqueda constante de la verdad. Buscamos respuestas a preguntas sobre nuestro mundo, el cosmos y nuestro lugar dentro de él. Si bien esto no es una creencia en una deidad antropomórfica o en ningún Dios general, los principios fundamentales permanecen. Mi fe en la ciencia me guía.

¿Cómo podemos evitar quemar nuestra casa? ¿Cómo podemos evitar los sufrimientos de mis hijos y de los hijos de mis hijos? Debemos seguir el Principio de la Séptima Generación (basado en una antigua filosofía haudenosaunee) y actuar pensando en siete generaciones en el futuro.

Para tener éxito en la reversión del peligro inminente, mi generación debe levantarse, actuar y liderar. Tengo fe en que mi generación será la generación del cambio, de la verdad y de miles de acciones personales arraigadas en la ciencia y perseguidas con esperanza.

Heidi Jacobs

Heidi Jacobs (ella). 6.º curso, Westfield Friends School en Cinnaminson, Nueva Jersey.

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