
( dad gracias por todo )
Gracias por las palabras que mi padre pronunció antes de morir.
Gracias por su consuelo en las últimas horas,
por su mirada firme y clara, por sus manos más familiares que las mías.
Gracias por el suave cúmulo de sangre justo debajo de su piel
y por las astillas de hielo que coloqué entre sus labios cuando pensamos que sentía sed.
Gracias por el miedo y la confusión de mi madre
por llamarme “Mildred” al final.
Por hacer que los Phillies recibieran a los Marlins la noche del 7 de junio
Los dos sentados juntos en la cama del hospital
Harry Kalas cantando el juego jugada por jugada.
Gracias por la muerte prematura de mi hermana Gail a los 47 años
por su esposo, John, cumpliendo su promesa,
exigiendo que no la revivieran
estirando su cuerpo sobre el de ella en la mesa de la sala de emergencias.
el repentino silencio. La única gota de sangre en su labio.
Gracias por la estrella fugaz de la semana pasada que se arqueó a través del cielo de la playa.
Gracias por la única zinnia escarlata que se abrió mientras estaba fuera,
y por mi vecina, Adele, perdiendo su tren esta mañana
apareciendo en mi puerta, necesitando que la llevara al trabajo.
Los comentarios en Friendsjournal.org pueden utilizarse en el Foro de la revista impresa y pueden editarse por extensión y claridad.