Este viento del amanecer que te he dado,
no lo acorrales ni lo claves encima de
corrientes oceánicas o senderos de caribú
mapas: cada uno con su alfiler de color,
para encontrar rápidamente
mientras tu mente viaja a los mañanas.
Estas gotas de lluvia que te he dado,
no las astilles ni las canalices
en altavoces y aspersores:
todos ánimos para quedarse
y sopesar opciones
en el pasillo de productos frescos.
¿Es porque soy Dios
que crees que no tengo necesidad
¿de ternura?
Nota: el título y el texto del poema en cursiva son de Él y yo de Gabrielle Bossis
Los comentarios en Friendsjournal.org pueden utilizarse en el Foro de la revista impresa y pueden editarse por extensión y claridad.