Los trabajadores vienen a reparar escalones exteriores,
revestimientos, pasarelas o a entregar tierra vegetal y mantillo
para el nuevo jardín, y como un imán al verdadero
Norte, se siente atraído. Una polilla a la llama de
algo que sucede en la manzana. El
vecino se acerca tranquilamente, con las manos en los bolsillos,
una ligera cojera meciendo su torso, charla
con los trabajadores. Hace un par de preguntas,
sondeando en busca de chismes, luego se lanza a una
letanía de consejos, recuerda, verdades
exponiendo lo que cree que es sabiduría
envejecida y ganada. “Recuerdo», dice,
“allá por el 72…». Justo entonces aparece su esposa,
pasa su brazo por el de él, sonríe cálidamente,
y dice: “Hal, ven a casa y deja que
estos buenos hombres trabajen». Se sonroja, sonríe
torpemente, saluda con la mano y se aleja mientras ella
le susurra algo al oído sobre el almuerzo
o un trozo de tarta y una taza de café.
Los hombres se miran entre sí con complicidad,
vuelven toda su atención a su trabajo,
almacenando los momentos del día en sus corazones,
pensando en cuándo serán todos Hals.
Hal, el vecino
noviembre 1, 2024

Foto de paylessimages
Noviembre 2024
Los comentarios en Friendsjournal.org pueden utilizarse en el Foro de la revista impresa y pueden editarse por extensión y claridad.