Oh, Señor,
esta mañana no es tan hermosa
como algunas que he visto sobrio,
aunque he visto pocas sobrio.
Pero las cosas podrían ser peores, sospecho.
Podría haberme “despertado muerto»,
como dicen. No estoy muerto.
Estoy en mi camioneta junto a una carretera,
con botellas alrededor de mis pies
que tosen como campanillas caídas
cuando alcanzo la que está
encajada detrás del freno.
Perdóname, te ruego,
con la cabeza atrapada debajo del volante,
temo haber estado demasiado agradecido,
demasiado tiempo, por la noche.
Oficina matutina
mayo 1, 2015
Mayo de 2015
Los comentarios en Friendsjournal.org pueden utilizarse en el Foro de la revista impresa y pueden editarse por extensión y claridad.