A principios de la década de 1970, trabajaba en la oficina de Chicago del American Friends Service Committee como secretario de educación para la paz cuando supe que mi esposa, Nancy, y yo íbamos a tener un bebé.
El Comité de Personal (dirigido por el difunto George Watson) se reunió con nosotros para escuchar nuestra sugerencia de que Nancy y yo “dividiéramos el trabajo”. Cada uno trabajaría dos días a la semana en la oficina; el quinto día traeríamos a nuestro nuevo bebé. El comité nos apoyó plenamente y aprobó nuestra reorganización del puesto. Oficialmente éramos “Co-Secretarios para Asuntos de Paz y Guerra”. También aprobaron un mes de permiso de paternidad para mí.
El beneficio para AFSC fue inmediato, porque Nancy tenía las habilidades y la determinación para ciertos tipos de trabajo que yo había estado evitando o en los que no era bueno, particularmente en lo que respecta a nuestro comité de supervisión y la organización de conferencias y discursos públicos. Yo pude prestar más atención a mi pasión: trabajar con objetores de conciencia y resistentes dentro y fuera del ejército.
Pero el mayor beneficio, en mi opinión, fue que pude ser padre tanto como Nancy podía ser madre. Hasta entonces, la idea tradicional de la paternidad era que la principal responsabilidad después del nacimiento era aportar ingresos y hacer cumplir la disciplina. La paternidad igualitaria era una idea refrescante (y para algunos, amenazante) en la década de 1970. George Watson dijo que estaba ansioso por avanzar en este modelo —compartiendo tanto el trabajo remunerado como la crianza de los hijos— porque él y su esposa, Elizabeth, habían deseado este tipo de acuerdo a mediados de la década de 1940. Desafortunadamente, los Amigos no estaban preparados para ello en ese momento.
Todo esto es un ejemplo más de cómo los cuáqueros son menos rígidos y más abiertos en lo que respecta al género (o, en el lenguaje que usábamos en ese momento, “estereotipos de roles sexuales”). La flexibilidad de AFSC en la década de 1970 me permitió emprender una de las mayores y más satisfactorias aventuras de mi vida: ser un padre con entusiasmo.
Los comentarios en Friendsjournal.org pueden utilizarse en el Foro de la revista impresa y pueden editarse por extensión y claridad.