¿Qué clase de tiempos son estos?

Eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos. . . «. Así comienza Historia de dos ciudades de Charles Dickens, ambientada en la época de la Revolución Francesa. Como historiador, estas palabras me atraen, y habitualmente veo con escepticismo cualquier afirmación de que una época es mejor o peor que otra. Las crisis van y vienen, y—me maravilla—cuanto más graves son las circunstancias, más asombrosa es la respuesta humana para superarlas.

Nuestro mundo a principios de 2009 está plagado de cambios políticos y agitación económica, y presenta el eterno enfrentamiento entre la esperanza y la aprensión. Nuestro esfuerzo humano colectivo podría volver a derivar hacia el caos, o luchar por la redención. Ahora, como siempre, estamos llamados a estar atentos a nuestros valores básicos. La esperanza es una herramienta poderosa; que permanezca con nosotros.

Nuestras ofertas en Friends Journal de este mes son pequeñas facetas de este complejo mundo y sus interacciones. Tres de los cuatro artículos principales están escritos por occidentales que viven en África. David Morse, en “Nairobi: Impresiones de un recién llegado» (p. 6), observa el impacto de los marcados contrastes de riqueza. Rosemary Coffey, en “La gira de los bailarines folclóricos amigables por Ruanda: Tierra de las mil colinas» (p. 10), percibe una apreciación cultural mutua. Y Laura Shipler Chico, en “Ruanda: Escapando del triángulo víctima-abusador-rescatador» (p. 15), se da cuenta de las mentalidades en las que los humanos pueden caer sobre sí mismos y sobre los demás después del trauma del genocidio. Varios recuadros mejoran el mensaje de estos dos últimos artículos.

A continuación, John Shuford, en “AVP—Un instrumento de paz» (p. 20), escribe sobre el Proyecto Alternativa a la Violencia, muy conocido por su trabajo con presos. Examina en varios niveles lo que ocurre cuando se manifiesta el “poder transformador».

Y están las secciones de este número, con sus habituales y ricas ofertas. En cuanto al Foro, le animamos a que no se detenga hasta que lo haya leído en su totalidad; hay varias cartas largas y poderosas, hasta el final.

Esperamos que este número le traiga ánimo. Y con él, le enviamos nuestros mejores deseos para el Año Nuevo.