“Sabía que era lo correcto”, dice Betsy Kenworthy sobre la decisión de ella y su marido de vender su casa, comprar una caravana y vivir en la carretera. “El Espíritu dejó claro que era el momento, la temporada para hacer esto”.
Dejar atrás todos sus apegos materiales y emocionales fue mucho más difícil de lo que Betsey había previsto, pero la vida en la carretera le ha enseñado a estar presente en cada día tal como viene. “No importa lo que planee o no planee, o lo que pretendamos o no”, aconseja, “el Espíritu Santo puede ayudarte a superarlo. Y muchas veces, lo que sucede es mucho mejor de lo que habíamos planeado”.
Los comentarios en Friendsjournal.org pueden utilizarse en el Foro de la revista impresa y pueden editarse por extensión y claridad.