Cuando un cuenco de té muy apreciado se hizo añicos,
el maestro de kintsugi pegó los fragmentos
con una pasta de laca mezclada con polvo de oro.
La laca unió los fragmentos,
el oro, un rayo para marcar la fractura.
Durante años intenté ocultar un corazón roto.
Durante años intenté que la sutura del amor desapareciera.
Hoy lo llevo brillando en mi manga. Y respiro.
Reparar
febrero 1, 2021

Foto de free to use sounds en unsplash
Febrero de 2021
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