Cuando miramos a nuestro alrededor, hay tantas formas de decadencia espiritual, desesperanza y violencia. La gente está frustrada, irritada y se atacan entre sí. Si queremos superar este estado de pesimismo, debemos permitir que nuestra esencia divina brille.
Imagina una fuente de agua: cuando presionas el botón, sale agua, agua que sustenta la vida. Ahora imagínate a ti mismo como una fuente. Cuando alguien presiona tu botón, ¿qué sale? ¿Es comprensión, esperanza, compasión, afecto, perdón y tolerancia, o es ira, crítica, violencia, odio, insensibilidad y desesperación? La diferencia entre tú y una fuente es que tú puedes decidir qué sale de tu boquilla: vida o muerte.
Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás lo que siempre has obtenido. Un nuevo día ofrece la oportunidad de probar cosas diferentes. Si alguna vez te has quedado corto en tu vida, piensa en lo bien que se sintió cuando llegaron palabras de aliento, saber que alguien todavía creía en ti a pesar de tu error. ¿No es hora de que cambiemos nuestro enfoque y nos preocupemos más, seamos menos egoístas, extendamos una mano en lugar de pasar de largo? Todos estamos juntos en esto; nadie puede ser excluido o descartado sin producir resultados negativos. Amaremos y reiremos mañana solo si usamos cada nuevo día de una manera nueva.