Silencio

Hay algo tranquilo que emana del Silencio: más silencioso que un susurro, un latido, un aliento, un ritmo, una percepción de colores brillantes o una transparencia de la naturaleza. Cuando tu mente está en calma, la Luz manifestará su inteligencia. Cuando tu mente está muy en calma, sientes una alegría natural, una apertura y una claridad. El mundo tiene una profunda quietud. Puedes sentir una gran unidad y comunión con el mundo, una ausencia de miedo y una serenidad.

A través del Silencio tenemos el poder de mantenernos en la Luz, y en esa Luz nos hacemos conscientes de nuestro propósito superior. Uno es capaz de entrar en el silencio, lo que nos permite aprovechar la Energía Universal.

Entrar en el silencio significa silenciar toda irrealidad: la duda, el miedo, las falsas creencias, la preocupación, la queja, el dolor, todo lo que es de nuestra personalidad externa, todo lo que obstaculiza la Fuerza Creativa.

Las vibraciones físicas se despiertan en los centros vibratorios del cuerpo. Lo físico y la Luz se unen, creando una mente grupal, parte de la Energía Universal. La fuerza motriz es el amor.

Cuando dos o tres se reúnen en silencio y son tocados por la Luz Interior, son conscientes de la verdad universal. Las opiniones ya no son un problema. Cada uno tiene una sensación de la verdad en cada situación. La verdad llega en un sentido de unidad. Empezamos a escuchar y a oír a la otra persona de una manera totalmente diferente. Realmente estamos escuchando y el amor se manifiesta.

Herencia de Harold

Harold Heritage, nacido cuáquero y ahora octogenario, asiste regularmente al Meeting de adoración en Haddonfield (N.J.) Este breve ensayo apareció originalmente en el boletín del Meeting de Haddonfield.