Un Janucá con COVID

El pasado diciembre, celebré Hanukkah de una forma que nunca imaginé. Normalmente solo juego al dreidel la mitad de los días y digo las oraciones con una fiesta cada pocos años. Sin embargo, este año hicimos una fiesta al aire libre debido a la COVID-19 e incluimos a nuestros vecinos. Esperamos a que se pusiera el sol. Mi hermana y yo dijimos las oraciones mientras encendíamos cinco velas (era la quinta noche). La oración es: Baruch atah Adonai, Eloheinu Melech ha’olam, asher kid’shanu b’mitzvotav v’tsivanu l’hadlik ner shel Hanukkah. Esto significa: “Bendito eres Tú, Dios nuestro, Rey del universo, que nos santificaste mediante Tus mandamientos y nos ordenaste encender las luces de Hanukkah”.

Nuestros dos vecinos encendieron algunas de las velas. Nunca antes habían celebrado Janucá. Teníamos un fuego encendido porque estábamos afuera por la noche y hacía frío. Teníamos un pozo de fuego, ¿por qué no? El humo nos seguía constantemente, incluso si caminábamos a diferentes lugares. Era como 2020 porque no puedes escapar de los problemas; todo lo que puedes hacer es adaptarte y ajustarte. Por ejemplo, he visto a mis amigos mucho menos, y tenemos que reunirnos afuera.

Mis abuelos también vinieron para Janucá, y todos nos mantuvimos a dos metros de distancia y usamos mascarillas a menos que estuviéramos comiendo. Comimos la compota de manzana casera de mi padre, y me encantó. Otras personas comieron latkes, falda y sopa de bolas de matzá. También comimos s’mores con malvaviscos asados al fuego, lo cual nunca había hecho durante Janucá antes. Para asar los malvaviscos, usamos tenedores para malvaviscos que habíamos comprado antes para Janucá; los tenedores eran nuevos y se abrían como un telescopio. Todos los niños recibieron dreidels de plástico transparente con gelt y pulseras de caramelo dentro. A nuestros vecinos les gustó. Mi abuelo nos mostró Júpiter y Saturno en el cielo.

Nunca antes había tenido un Janucá como este. La pandemia ha separado a todos de todos los demás, excepto de la familia inmediata o de aquellos con quienes vives. Tener a nuestros vecinos y abuelos fue un buen cambio de ritmo; se sintió como una mini comunidad. Pudimos compartir nuestra festividad con nuestros vecinos, lo cual fue una novedad para ellos.

Eli Harris

Eli Harris (él/él). 6.º grado, Greene Street Friends School en Filadelfia, Pensilvania.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Maximum of 400 words or 2000 characters.

Los comentarios en Friendsjournal.org pueden utilizarse en el Foro de la revista impresa y pueden editarse por extensión y claridad.